Cuando piensas en bondage, ¿qué se te viene a la cabeza? ¿Te imaginas una lenta y sensual seducción entre tú y tu amante? ¿O inmediatamente piensas en látigos, mordazas o esposas?
Desde que el BDSM comenzó a convertirse en práctica más habitual, comenzó también a incrementarse nuestra curiosidad por el mundo de la dominación y la sumisión. Desafortunadamente, muchos han desarrollado la creencia de que este estilo de sexo es intenso, intimidador e incluso violento. Sin embargo, no todos los escenarios de dominación tienen porqué ser del estilo a 50 sombras de Grey. Probando algo sencillo y sexy, como el bondage, tu pareja y tú podéis haceros una idea de esta tendencia sexual tan de moda y decidir hasta dónde queréis llegar 😉
La emoción de la dominación (o de ser dominado) por la pareja sexual es una fantasía muy común y por una buena razón!
Aquí os muestro tres sencillas maneras de explorar los placenteros momentos de la dominación sin ir más allá de vuestra zona de confort:
1.- Kits para principiantes
Tu pareja y tú estáis dispuestos a probar esto del bondage, pero no sabéis por dónde empezar, lo cual es muy normal. Un kit de bondage básico, que contenga todo lo necesario para comenzar a experimentar varios tipos de sensaciones nuevas, es lo ideal.
¿Qué debe tener este kit inicial? Todo lo que puedes necesitar: un antifaz de satén, esposas de satén para que las uséis en pies y/o manos y una pala de azote ligeramente acolchada por las dos caras. Y si encima viene en una cajita de regalo super discreta y con una bolsita de satén para que lo guardes todo, ¿a qué esperas?
Desliza el suave antifaz de satén por la cabeza de tu pareja y estimula sus sentidos. Átale las muñecas con las esposas de satén y dale unos azotes con la paleta para que vaya abriendo boca. No sé a ti, pero a mí me están entrando muchas ganas de probarlo 😉
2.- Átame
Y no nos referimos a la película de Almodóvar, que también tiene su aquél, nos referimos exactamente a atarse, sí, pero de una manera más original, no con esposas, sino con cinta adhesiva!
Sí, como lo lees, una cinta adhesiva especial, de PVC, que no deja residuo, y que puedes reutilizar varias veces. Son cintas muy suaves y resistentes, que te proporcionarán momentos únicos y excitantes de dominación suave y sensual. Esta cinta es muy segura, fácil de aplicar y no es adherente por eso es perfecta para los principiantes en la práctica del bondage.
3.- Mobiliario sexual
¿Alguna vez has tenido la fantasía de atar o que te aten a algo de manera que quede inmovilizado a «merced» de tu amante? ¿A que sí? Es una fantasía también muy común, nos permite liberarnos de nuestros condicionantes ya que, al «dejarnos hacer» por estar inmovilizados, tenemos la sensación de que es el otro el que hace aquellas cosas que en realidad nos encanta hacer pero que puede que no nos atrevamos.
Pues bien, resulta que hay muebles ideados para esto mismo, con la forma y dimensiones adecuados para que uno quede inmovilizado pero en una postura que resulte a la vez cómoda, muy placentera y accesible para el sexo y muy atractiva visualmente para nuestro amante.
Puede ser un cojín multipostura para practicar sexo y llegar a penetraciones muy profundas, o puede ser la silla donde te atan y esperas a que te den placer (y además es inflable e impermeable, no ocupa casi espacio y la puedes lavar)
Una de las mejores partes del bondage es que te da la oportunidad de tener el placer tu amante en tus manos, y aprender de las fantasías del otro. Habla con tu pareja antes de empezar sobre vuestras fantasías y sobre vuestros límites, de dónde no queréis pasar, y pasad un buen rato! Haced turnos para alternar el papel de dominador y dominado, y descubrid cuál os gusta más. Quién sabe a dónde os llevará la noche!
